Los acompañados: el capitalista y el obrero. Los acompañantes: las instituciones.-

Eso que acabamos de ver, es lo quiere decir el acompañado y el acompañante, el “interior” y el “exterior”.

Los acompañados son el capitalista y el obrero, y los acompañantes son las instituciones.

El capitalista y el obrero no son dos personas, sin más, no. Es como un padre y un hijo, no son dos personas, sin más, no. En uno y otro caso, se trata de individuos ligados por una relación, que es la que hace que les llamemos, capitalista, obrero, padre e hijo.

Los acompañantes, las instituciones, igualmente no son acompañantes de personas simplemente, sino de empresarios y obreros. Quiere esto decir, que ninguno es “inocente” en el desempeño de su función. En el mismo sentido en que no es “inocente”ningún empresario. Todos saben lo que se traen entre manos. Sus representantes en las instituciones, exactamente igual.

Lo que hemos llamado el acompañamiento de los obreros no sería otra cosa que ese reflejo que la relación de trabajo capitalista-obrero produce en las instituciones. Todas ellas responden  a ese dominio del capital sobre el trabajo, pero dentro de una gran autonomía en su funcionamiento. Por ejemplo, una asociación patronal es una institución, que apoya la reproducción de esa relación de dominio del capital sobre el obrero, pero tiene una gran libertad para su organización y funcionamiento. Un sindicato obrero, igualmente es una institución, e igualmente es soporte de la relación de dominio del trabajo por parte del capital, e igualmente tiene una gran libertad de organización y funcionamiento.

Los partidos políticos, tanto los del capital, como los de los obreros, son también instituciones, e igualmente que las anteriores, son el instrumento de reproducción de la relación capital-obrero.

Esto quiere decir, que lo que reproducen las instituciones, todas las instituciones, es la relación de trabajo, en la que el capital encuentra las condiciones para reproducirse. Pero, hay muchas formas de reproducirse, hay muchos grados de dominio económico; hay muchas formas de intensificar el trabajo, de acrecentar la productividad, de combinar las nuevas tecnologías con las existentes; hay muchas formas de escalonar los salarios, de repartir las primas, etc.

Y es en este conjunto de circunstancias en las que cada institución puede hacer hincapié o centrar su actividad. Eso permite que el conjunto de las instituciones tenga una finalidad única, pero cada una entienda a su manera el camino para alcanzarla. Eso hace que existan uno o varios partidos políticos del capital, y asimismo, haya varios partidos y sindicatos de los obreros.

De esto que decimos, se deriva que las instituciones referidas, son todas ellas “conservadoras”, es decir, su función conjunta (entre todas ellas) consiste en reproducir (conservar) la relación capitalista.

Naturalmente que esto suena un poco mal a un sindicalista comunista o a un afiliado al partido comunista de cualquier país europeo, pero es rigurosamente así. Las huelgas, los paros, las movilizaciones que apoyan unos y otros, solo persiguen mejorar las condiciones de los obreros, pero dentro de la relación que tienen establecida con el capital. En estas fechas (verano 2004), sindicatos y partidos obreros en nuestro país están tomando todo tipo de iniciativas para que no desaparezcan algunos astilleros, y su lema más repetido es: queremos más carga de trabajo. Es decir, queda clara su función: reproducir la relación que mantienen con el capital (y que no falte).

El objetivo de las instituciones obreras (partidos, sindicatos, asociaciones) europeas actuales se centra en obtener las mejores condiciones para los obreros, conservando la relación capitalista de trabajo. En este sentido son instituciones conservadoras.

Su acompañamiento, por consiguiente, consiste en crear las condiciones (materiales, jurídicas, políticas, culturales) que permitan al obrero vivir mejor, dentro, eso sí, de su condición de obrero.

Esto puede producir, en el ánimo de un comunista, una cierta frustración. Pero, siempre es preferible conocer lo mejor posible el terreno en que uno se mueve; y en lo que se refiere a la relación del capital con los obreros, las cosas funcionan como acabamos de ver.

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